ESPIROMETRIA
Qué es?
Es una prueba que nos determina
la función respiratoria el cual es utilizado en las pruebas clínicas esta prueba mide diversos índices de
espiración forzada, VEF1, CVF que son los que proporcionan con más facilidad su
medición y logra indicar en qué grado se encuentra la enfermedad.
Existen dos tipos de espirómetros,
los de volumen y los de flujo estos son
los más utilizados por el personal estos
miden como su nombre lo indica el flujo mientras se realiza una
resistencia dando así una diferencia de
presión de lado y lado al paso del aire; mientras que los espirómetros de
volumen se basa en el principio de que cuando entra el aire en un circuito
cerrado existe un desplazamiento del mecanismo lo que se conoce como mecanismo
de campana , estos sistemas deben vigilarse diariamente porque pueden producir
una fuga de aire .
Tendremos en cuenta varias
indicaciones para las cuales se aplica esta prueba , es fundamental para tener
en cuenta los signos y síntomas relacionados con patologías respiratorias ,
enfermedades que involucren la función pulmonar ya sean intra o Extra
pulmonares , también en pacientes que sufren complicación o tiene algún riesgo
post quirúrgico , deterioro de la función pulmonar a causa de un agente nocivo
, daños por medicamentos ( efectos adversos ), para pacientes que se encuentran
en procesos de rehabilitación .
Las contraindicación se clasifican en dos grupos por un lado tenemos
las relativas en donde encontramos pacientes con poca colaboración
ya sea por falta de comprensión o porque simplemente su actitud no da para
hacer la prueba , entre otras también encontramos dolor de pecho sin causa
aparente , paciente post operatorio, aneurisma aórtico como cerebral sin
complicación , una hemoptisis y por el
otro lado tenemos las absolutas que ya tienen un poco más de gravedad como lo
es el síndrome coronario , neumotórax de un mes de evolución en estas complicaciones
también se incluye el aneurisma aórtico y cerebral pero ya sería complicado
desprendimiento de la retina se tiene en cuenta la fuerza y la tensión que
produce el examen y por último el síndrome de hipertensión endocraneana.
Utilidad
La espirometria puede utilizarse
con múltiples objetivos como lo pueden ser:
·
Diagnostico funcional
·
Investigación clínica y epidemiológica
·
Evaluación de la actividad bronquial
inespecífica y especifica
·
Estimación de riesgo quirúrgico
·
Evaluación de respuesta a tratamientos médicos
·
Graduación de la capacidad funcional
·
Evaluación de mecanismos de obstrucción
bronquial
Se debe tener en cuenta que la
espirometria entrega información sobre trastornos funcionales y que existen
variadas causas para cada patrón de alteración espirometria.
Se comprende que su utilidad
siempre comprende para el diagnóstico de determinadas enfermedades de
limitación pulmonar.
Partes de la espirómetro
Existen dos tipos de espirómetro:
* Espirómetros de volumen: registran la cantidad de
aire exhalado o inhalado en un determinado intervalo de tiempo. Cuando el
paciente respira por la boquilla, el aire se mueve hacia un cilindro o una
campana de plástico donde mueve una aguja que escribe una curva registrando el
volumen en litros con relación al tiempo en segundos.
* Espirómetros de flujo: miden qué tan rápido pasa
el flujo del aire por medio de un detector, al desplazarse hacia adentro o
hacia afuera del pulmón y luego se incrementa el volumen de gas inhalado o
exhalado. Este equipo mide la relación de la velocidad del flujo en litros por
segundo sobre el volumen en litros.
Como se realiza el examen
Inicialmente, es necesario un espacio suficiente para poder
colocar cómodamente al paciente, teniendo en cuenta la necesidad de maniobrar
en silla de ruedas. Por ello, el espacio mínimo recomendable es de 2,5 × 3 m,
con puertas de 120 cm de ancho. En laboratorios donde se contemple la
posibilidad de hacer espirometrías en decúbito, el tamaño debería permitir la
colocación de una camilla. El espirómetro debe estar colocado en una mesa o
mostrador que permita trabajar al técnico en diversas posiciones con respecto
al paciente. El espacio debe contar con el mobiliario necesario para guardar
todo el material.
Se diferencian 2 grandes clases de espirómetros: los
cerrados y los abiertos. Dentro de los cerrados están los húmedos y los secos,
que constan de un sistema de recogida de aire que puede ser de pistón (caja que
contiene en su interior un émbolo móvil) o de fuelle (más manejable) y de un
sistema de inscripción montado sobre un soporte que se desplaza a la velocidad
deseada. La mayoría de los espirómetros modernos también son capaces de derivar
el valor del flujo a partir del volumen medido. En la actualidad, los
espirómetros más utilizados corresponden a los denominados sistemas abiertos,
por carecer de campana o recipiente similar para recoger el aire. Estos equipos
miden directamente el flujo aéreo e, integrando la señal, calculan el volumen.
Existen distintos sistemas, pero los más conocidos son los neumotacógrafos, que
miden la diferencia de presión que se genera al pasar un flujo laminar a través
de una resistencia conocida. En la actualidad la mayoría de los equipos usan
una resistencia de tamiz, ya sea metálica y calentada para evitar la
condensación o de tejidos sintéticos. Puesto que el cabezal transforma el flujo
turbulento que pasa a su través en laminar, la diferencia de presión existente
entre los extremos del neumotacógrafo es directamente proporcional al flujo. Un
transductor de presión transforma la señal de presión diferencial en señal
eléctrica, que luego es ampliada y procesada. La integración electrónica del
valor del flujo proporciona el volumen movilizado.
Existen otros sistemas abiertos, que utilizan otros
principios. El más empleado actualmente es el medidor de turbina, que se basa
en que la velocidad de giro de las aspas, registrada mediante sensores ópticos,
es proporcional al flujo que pasa a través del dispositivo. Los espirómetros de
hilo caliente, o termistores, presentan en su cabezal un hilo metálico
(generalmente de platino) calentado a temperatura constante por medio de
corriente eléctrica. Al pasar el flujo de aire enfría el hilo y se calcula el
flujo. Los espirómetros de ultrasonidos se basan en una propiedad de estos, de
modo que cuando forman un determinado ángulo con la dirección del flujo los
ultrasonidos que van en el mismo sentido que el flujo tardan menos tiempo en
llegar al receptor que los que van en sentido contrario. Esta diferencia de
tiempo es tanto mayor cuanto mayor sea el flujo. La elección del equipo depende
del tipo de uso, pero también puede variar en función de otras circunstancias,
como el desarrollo tecnológico o el coste. En general, los sistemas cerrados
pueden considerarse más fiables, ya que son precisos y exactos en toda la gama
de volúmenes, pero tienen el inconveniente de ser más
voluminosos, tener más inercia y resultar más caros. Uno de
sus mayores problemas son las dificultades de limpieza y de esterilización.
Los sistemas abiertos, sin embargo, son de fácil limpieza y
tienen muy bajo riesgo de contaminación. Son precisos y exactos, una vez
efectuados los ajustes necesarios, pero necesitan la comprobación de una
adecuada calibración y de las condiciones de medida. Aunque inicialmente a los
espirómetros de turbina se les achacaban problemas de falta de linealidad en la
respuesta y cierto grado de inercia, hoy en día se dispone de espirómetros de
turbina de muy alta fiabilidad. A estas características unen su estabilidad,
poca o nula necesidad de calibración —aunque esta debe comprobarse
periódicamente—, fácil limpieza y bajo precio. Además, recientemente se han
comercializado turbinas desechables.
La prueba se realizará con el individuo sentado erguido, sin
cruzar las piernas y sin ropa ajustada. En el caso de niños, puede realizarse
indistintamente de pie o sentado, indicando la forma en que se efectúa y
utilizando siempre el mismo procedimiento para un mismo individuo. Durante la
maniobra la espalda estará apoyada en el respaldo, vigilando que no se incline
hacia delante durante su realización. No es necesario retirar la dentadura
postiza, salvo que dificulte la realización de las maniobras.
La utilización de pinza nasal en la espirometría forzada es
controvertida, aunque resulta imprescindible en la medición de la VC, para
evitar posibles fugas por la respiración nasal. Pese a que algunos autores no
han identificado diferencias entre maniobras realizadas con o sin pinza nasal,
se recomienda su utilización en adultos.
Antes de iniciar la exploración, se comprobará que se ha
verificado la calibración en el día de la prueba. También se introducirá o
verificará, en caso de utilizar una estación meteorológica incorporada al
equipo, la presión atmosférica, la humedad y la temperatura ambiental.
Antes de iniciar la exploración se debe explicar la prueba
al paciente y resaltar la importancia de su colaboración. También se preguntará
sobre la retirada de fármacos, posibles contraindicaciones o enfermedades
infecciosas que requieran medidas especiales, en cuyo caso se recomienda
retrasar la espirometría al final de la jornada, justo antes de la limpieza del
equipo y la utilización de filtros antimicrobianos.
Se darán al sujeto instrucciones precisas, claras y
concisas. Tras colocar la boquilla en la boca y comprobar que no hay fugas y
que el paciente no la obstruye o deforma se le pedirá que: a) inspire todo el
aire que pueda con una pausa a capacidad pulmonar total (TLC) inferior a 1 s;
b) sople rápido y fuerte, y c) prolongue la espiración seguido y sin parar
hasta que se le indique. En los casos en los que solo se pretenda medir una
espiración forzada o no se disponga de filtros antibacterianos, el paciente se
colocará la boquilla tras el paso (a) y se procurará que no inspire del tubo.
El técnico deberá controlar al paciente y
visualizar la maniobra durante su realización. En caso de
apreciar defectos que puedan alterarla, parará la maniobra para no cansar al
paciente y corregirlos. Si se realiza también la inspirometría, sin sacar la
boquilla de la boca se pedirá al paciente que inspire enérgicamente hasta TLC.
En el caso de niños, es de utilidad el uso de incentivos gráficos para lograr
una mayor colaboración, sobre todo en el tiempo y el volumen de la maniobra,
así como realizar antes alguna maniobra de prueba.
Para llevar a cabo la espirometría lenta, se indicará al
paciente que debe: a) respirar tranquilamente a través de la boquilla, al menos
3 respiraciones hasta verificar que la línea de base (capacidad residual
funcional [FRC]) es estable; b) inspirar hasta TLC, y c) soplar lentamente
hasta volumen residual (RV). Como alternativa, se puede realizar una espiración
lenta hasta RV, antes de la inspiración hasta TLC, lo que suele facilitar la
maniobra en caso de atrapamiento aéreo. En la espirometría lenta siempre se
utilizará pinza nasal, para evitar posibles fugas de aire al respirar por la
nariz. Se realizarán un mínimo de 3 maniobras separadas 1 min. Durante la
ejecución de dicha prueba se debe tener en cuenta los registros que se deben
tener, estos son:
• Nombre completo y RUT.
• Tipo y dosis de broncodilatadores usados en las últimas 8
horas.
• Fecha de nacimiento y edad.
• Sexo.
• Peso expresado en kg y medido en una báscula adecuada sin
zapatos y con ropa ligera.
• Estatura medida sin zapatos con la espalda erguida, la
cabeza y la espalda apoyadas en la cinta de medir adherida a la pared, para
mayor exactitud en la medición se puede aplicar una escuadra en la zona
cefálica más alta. En sujetos con marcada cifoescoliosis u otra deformidad
torácica o en pacientes que no puedan ponerse de pie, se puede estimar la talla
con la medición de la envergadura (distancia máxima entre el extremo de los
dedos medios de ambas manos, con las extremidades superiores extendidas al
máximo en cruz).
Criterios de aceptabilidad
La decisión sobre la aceptabilidad de una maniobra de
espirometría forzada considerará su inicio, su transcurso y su finalización.
* 1. El inicio debe ser rápido y sin vacilaciones. El
principal criterio de inicio adecuado exige un volumen de extrapolación
retrógrada (VBE) inferior a 0,15 l o al 5% de la FVC (0,08 l o 12,5% FVC en
preescolares)29, 30. Como
criterio adicional para valorar el inicio de la maniobra se
puede utilizar el tiempo en alcanzar el flujo espiratorio máximo (PET), que
debe ser inferior a los 120 ms2. Si es mayor, se indicará al paciente que sople
más rápido al inicio.
* 2. El transcurso de la maniobra espiratoria debe ser
continuo, sin artefactos ni evidencias de tos en el primer segundo que podrían
afectar el FEV1. Para verificarlo, debe observarse tanto la gráfica de
volumen-tiempo como la de flujo-volumen. En caso de no obtener un transcurso de
la maniobra correcto, generalmente debido a tos o a una excesiva presión y
cierre de la glotis, se pedirá al paciente que la realice más relajado (sin
dejar de soplar fuerte) y que no disminuya la fuerza generada hasta el final de
la espiración.
* 3. La finalización no debe mostrar una interrupción
temprana ni abrupta de la espiración, por lo que los cambios de volumen deben
ser inferiores a 0,025 l durante ≥ 1 s. El final «plano» de la maniobra solo se
ve en la curva volumen-tiempo. La maniobra debe tener una duración no inferior
a 6 s. Los adultos jóvenes pueden tener dificultad para mantener la espiración
más de 4 s, a veces menos. En estos casos hay que verificar que el final no
haya sido abrupto. En niños menores de 6 años debe intentarse que la duración
no sea inferior a 1 s; entre 6-8 años, será igual o superior a los 2 s30, y
entre los 8-10 años, a 3 s29. En caso de una mala finalización, se pedirá al
paciente que no pare hasta que se le indique, aunque le parezca que no sale
aire.
Si se produce alguno de los errores detallados, los equipos
suelen indicarlo. Una maniobra será considerada útil (de ella se derivaran los
parámetros espirométricos) cuando tenga un buen inicio y no existan artefactos
en el primer segundo. Se considerará que es aceptable (deberán tenerse en
cuenta los errores para determinar si pueden utilizarse los parámetros
espirométricos obtenidos) cuando no existan errores en el inicio, en el
transcurso ni en la finalización.
Variables la espirometria
Las principales variables de la espirometría
forzada son la capacidad vital forzada (FVC) y el volumen espiratorio forzado
en el primer segundo (FEV1).
La FVC representa el volumen máximo de aire
exhalado en una maniobra espiratoria de esfuerzo máximo, El FEV1 corresponde al
volumen máximo de aire exhalado en el primer segundo de la maniobra de FVC.el
cociente FEV1/FVC muestra la relación entre ambos parámetros.
Además de volúmenes, también se deben considerar
diversos flujos. El flujo espiratorio medio (FEF25-75% o MMEF) se define como
el flujo medido entre el 25% y el 75% de la maniobra de espiración forzada, Los
más utilizados son el FEF25%, el FEF50% y el FEF75% . Entre los parámetros
inspiratorios, debe considerarse la capacidad vital forzada inspiratoria
(IFVC),
En la espirometría no forzada o lenta debe
evaluarse la capacidad vital (VC), o volumen máximo de aire exhalado en una
maniobra espiratoria no forzada iniciada tras una maniobra de inspiración
máxima, y la capacidad inspiratoria (IC), que es la máxima inspiración
realizada al final de la espiración corriente y se corresponde con la suma del
volumen circulante o corriente (VT) y del volumen de reserva inspiratorio
(IRV).
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